El Lawn Tennis Club vive días especiales. La llegada del Tucumán Open WTA 125 trajo consigo una gran convocatoria: durante toda la semana, el público acompañó el evento y la jornada de semifinales de singles no fue la excepción.

La tarde se prestaba para una velada cargada de tenis y emoción. Cientos de personas presenciaron las victorias de Oleksandra Oliynykova y Mayar Sherif, mientras disfrutaban de juegos, sorteos y premios en la entrada del club.

La grada principal lucía colmada, con una notable presencia de mujeres siguiendo atentamente los partidos. Niños y adolescentes también se sumaron a una jornada de tenis de altísima calidad, inédita para la provincia.

“Ver a estas jugadoras compitiendo a este nivel me parece increíble. Es un lujo para nosotros ver cómo lo local convive con esta calidad de tenis. Es fantástico”, expresaba con entusiasmo Elena Pericone, mientras ingresaba a la cancha principal junto a su esposo. Además, destacó la importancia de “exportar” la cultura tucumana a través del deporte: “Aporta un turismo de primera. Hay que mostrar la provincia desde otros lugares, como el deporte; Tucumán tiene mucho para ofrecer”, reflexionó.

Cerca de ella, Valeria Rossi aprovechaba un café con amigos para celebrar el evento: “Estamos fascinados, es un torneo histórico. A los que jugamos al tenis nos sirve mucho como aprendizaje. Es espectacular ver esta calidad de juego y que Tucumán esté en el mapa del mundo”, afirmó.

El Tucumán Open no sólo convocó al público local. También posicionó a la provincia como un punto neurálgico del tenis regional. Apenas se enteró del torneo, Franco Morales viajó desde Catamarca junto a su pareja: “Soy un apasionado del buen tenis. Acá hay un nivel increíble. Es muy importante que se organicen este tipo de torneos en el norte; antes tenía que ir hasta Córdoba para ver algo así. Esto es crecimiento para la provincia”, sostuvo.

A lo largo de los partidos, el público observó con respeto y admiración el juego de las protagonistas. Los aplausos se midieron entre punto y punto, y cada tanto se escapaba algún grito de aliento. Sin argentinas en competencia, una de las más ovacionadas fue la ucraniana Oliynykova, quien conquistó al público con su carisma y talento. Tanto, que ya la bautizaron con un apodo: “Oli”.

Apenas consumó su victoria, la europea miró cómplice a las tribunas y dibujó una sonrisa de gratitud. Minutos después, regresó a las gradas para firmar autógrafos, sacarse fotos y regalar recuerdos, desatando la alegría de los más chicos. Si bien todo está por verse, la europea se perfila como la gran favorita del público de cara a la final del torneo.

“Es muy simpática, ella está encantada con Tucumán. Además, como vino sola, tuvo muy buen feeling con el público, es como si la quisieran adoptar”, observó entre risas Mercedes Paz, la histórica ex tenista tucumana que acompaña día a día el torneo.

Así, el Tucumán Open WTA 125 entra en su recta final. Aunque aún es pronto para sacar conclusiones, algo está claro: la llegada del torneo le dio un nuevo impulso al deporte tucumano y dejó una huella en su gente.